Nuestra relación con los preservativos empieza relativamente pronto: cuando los vemos en nuestra tierna infancia al lado de la caja en el supermercado del barrio o en el cajón de la mesilla de nuestro padre o madre. Y ya en ese momento nos despiertan curiosidad, aunque pensemos que son chicles, globos o lo que nuestra mente decida.
El problema es que en algún punto de nuestra vida nos cansamos de ellos. Y la prueba de esto es que el 43% de la población no utiliza el preservativo como método anticonceptivo.
Y aquí es cuando nos enfadamos. Porque, a ver, dicho en plan rápido: el preservativo es el único método anticonceptivo que no solo nos protege del embarazo, sino también de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Así que, si te encuentras en ese grupo de gente que no usa preservativo durante el sexo – o lo usas, pero te parece el momento más frío y aburrido del acto – esto es para ti.
Cómo hacer del preservativo parte del juego
Por algún motivo, el momento de colocarlo resulta tedioso, un “cortarrollos”. NO. ERROR. Ponerse el condón puede formar parte de los juegos previos, aunque te suene a cuento chino.
¡Sin manos!
¿Por qué no pruebas a poner el preservativo con la boca? Siempre que mantengas tus dientes fuera de la ecuación, puede ser un modo muy divertido de añadirle protección al asunto. Tal vez te cueste un poco al principio, pero con la práctica terminarás dominándolo a la perfección. Con la práctica y con esta miniguía.
Saca el preservativo del envoltorio y quita el aire de su puntita.
Pon la boca en forma de O y colócatelo entre los labios.
Acércate al pene de tu pareja de forma que el centro del glande esté frente al centro del preservativo.
Con los labios, desenróllalo sobre el glande hasta cubrirlo.
Por supuesto, si no puedes cubrir todo su pene con la boca, ¡puedes usar las manos!
Usa preservativos especiales
No todos los preservativos son iguales, sino que, como cualquier complemento, pueden darle un toque especial a tu look. Tal vez un día te apetezca ir más natural, en otra ocasión quieras ir más frescx, ponerte un perfume intenso o ir más abrigadx. Pues con los preservativos es lo mismo, ¡hay uno adecuado para cada momento!
Preservativos normales: los de toda la vida. Transparentes y sin estrías, cumplen su cometido, que es: protegerte del embarazo y de las enfermedades de transmisión sexual.
Preservativos sin látex: hipoalergénicos, ¡para que no haya excusa que valga! Esta es la mejor manera de seguir practicando sexo seguro sin preocuparse por la alergia al látex.
Preservativos ultrafinos: Nos permitirán sentirlo todo sin dejar de estar protegidxs. ¡Como si no llevaras nada!
Preservativos con estrías: perfectos para añadir un plus al sexo. Sus estrías aportarán una estimulación extra a la vagina. Una maravilla.
Preservativos con sabores: para darle un punto diferente al sexo oral. Sabemos que esta práctica puede ser un pelín extraña con un preservativo normal, especialmente por el sabor. ¿Pero qué pasa si le añadimos un toque cítrico?
Preservativos especiales: existen algunos que consiguen retrasar el orgasmo de personas con pene y adelantarlo en personas con vaginas, para que puedan suceder al mismo tiempo. ¡No nos digas que esto no es una maravilla!